Loading...

Sinopsis

“En ‘El Propósito del Éxito’, se resalta la importancia de seguir tus pasiones, al mismo tiempo que se exploran los obstáculos que a menudo desvían nuestros intereses hacia caminos alejados de aquello que amamos. A través de una conmovedora narración, se comparte la historia personal de cómo el acoso y la burla amenazó con apartar mi propósito, pero también cómo la búsqueda de aprobación fue clave para mantener viva la pasión. Te invitamos a adentrarte en esta inspiradora historia de superación personal que arroja luz sobre por qué abandonamos aquello que amamos y ofrece valiosas herramientas para recuperarlo. Descubre cómo esta historia puede transformar tu percepción y ayudarte a reencontrarte con tus pasiones.”

EL PROPÓSITO DEL ÉXITO

La pregunta siempre es: ¿Por dónde iniciar para alcanzar el éxito? La falta de conocimiento nos vuelve vulnerables en relación a nuestro futuro. Sin embargo, cada persona tiene pasión por naturaleza, es aquello que nos gusta o nos hace sentir cómodos. Con el tiempo, tendemos a abandonarlo debido a las acciones de terceros, que hacen que lo que solía ser importante para nosotros deje de serlo. En muchas ocasiones, son nuestros padres, hermanos, familiares, las personas más cercanas, aquellos que nos aman, quienes nos obligan a dejar aquello que amamos hacer, sin la intención de hacerlo, solo como instrumento natural del ser humano, ya sea por considerarlo una habilidad no remunerada, por creernos poco profesionales en el área y que simplemente de manera inconsciente creamos acciones que siembran desconfianza en cada pensamiento.

Nosotros nos convertimos en piedra de tropiezo porque creemos erróneamente que nuestra pasión no tiene valor, ya que si es fácil para nosotros, pensamos que también lo es para los demás. Sin embargo, si observamos a nuestro alrededor, veremos que hay personas que no tienen ni idea de cómo hacer lo que nosotros hacemos con tanta naturalidad. Por ejemplo, leer: hay muchas personas, pero no todos están leyendo lo que nosotros leemos, ni mirando las mismas cosas que nosotros vemos a diario. Un ejemplo muy simple es si vivimos en cualquier parte del mundo, debemos entender que existen otras personas que no viven cerca de nuestra área, localidad o país, lo cual marca una diferencia. A veces no lo observamos de manera clara en nuestro alrededor, pero donde la distancia aumenta, aumentan las diferencias, ya que nuestras experiencias, emociones y culturas nos hacen diferentes, y precisamente esa diferencia es lo que nos hace especiales a la hora de encontrar nuestro propósito y destino. En ese espacio es donde podemos descubrir nuestra pasión y compartirla con el mundo.
Permíteme contarte una historia que me impulsa a escribir este mensaje. Cuando era niño, me encantaba pintar en los cuadernos e inventar historias. Recuerdo que mis cuadernos del colegio siempre estaban llenos de dibujos que para mí eran asombrosos, y creaba escritos llenos de aventura. Sin embargo, también recuerdo que no era bueno en el colegio, especialmente en el área de literatura.

Cometía grandes errores ortográficos y tenía dificultades para comprender muchos de los conceptos de la asignatura. Hasta el día de hoy siento que la información que se presenta en ella es muy compleja y me abruma.

Recuerdo que mi hermano me hizo una broma delante de muchas personas. Me preguntó el antónimo de una palabra y momentos después de responder correctamente, me pidió que dijera el verbo, mi mente pensó que me estaba pidiendo el sinónimo, y mi respuesta equivocada se convirtió en motivo de burla. No solo él, sino también mis otros hermanos se unieron para llamarme “bruto” delante de mis padres.

La verdad es que eso me impactó de alguna manera, porque hasta el día de hoy lo recuerdo claramente. Puedo decir que esos son detonantes que pueden desviarnos de nuestra pasión, ya que cuando somos niños no podemos comprender muchas cosas y creemos en lo que nos dicen, especialmente si proviene de las personas más cercanas.

Me definieron tantas veces de esa forma que terminé creyendo que realmente lo era. Crecí con esa horrible idea en la cabeza, aunque a la vez era más valorado por mi capacidad corporal para ayudar a mi padre en cualquier trabajo que requiriera habilidades físicas, eso me ganó el título de “bruto pero trabajador”. A veces, no comprendemos cómo podemos alejar a las personas de sus propósitos con simples palabras. Esto me hizo aprender que si haces creer a alguien, sea niño o adulto que es bueno en algo, él tomará eso de forma muy positiva haciéndose cada vez mejor en lo que se proponga. Sin embargo, podemos quitarle miles de oportunidades si lo hacemos creer lo contrario.

Para resumir mi historia, solo después de conocer a Dios me di cuenta de que no era lo que los demás decían que era, sino lo que yo quería ser. Esto me llevó 30 años de mi vida, pero finalmente maduré y logré comprender. Dejé de creer en lo que los demás decían y empecé a creer en mí mismo. Decidí creer que era sabio y gracias a Dios, mi esposa siempre me dice que soy inteligente, lo cual impulsó mi motivación. Hoy en día, estudio diariamente y prefiero ver programas educativos sobre otros hábitos. También inicié mi carrera como escritor, que es el resultado de ese proceso. A pesar de haberme graduado como contador público, mi pasión por el arte era tan fuerte que nunca la abandoné. Me convertí en diseñador por naturaleza y me apasiona hasta el día de hoy.

También tengo una historia que recuerdo perfectamente, una historia que inconscientemente me ayudó a seguir en el mundo del arte. Mi mismo hermano, quien convirtió mis errores en falta de interés cuando era niño, intentó hacer lo mismo con el arte cuando tenía 14 años, cursando mi periodo escolar. Como mencioné al principio, me encantaba dibujar en mis cuadernos y tenía uno lleno de dibujos en mi mochila. Justo cuando mi padre nos buscaba en el instituto, mi hermano sacó mi cuaderno y se lo mostró a mi padre con malas intenciones, tratando de resaltar lo que yo hacía en clase. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de esos dibujos los había hecho en casa.

Recuerdo que mi hermano dijo: “Mira lo que hace tu hijo en clase”. Con la intención de hacerme quedar mal de nuevo, pero esta vez no salió como él esperaba. Recuerdo claramente cómo mi padre tomó el cuaderno y comenzó a mirarlo. Por supuesto, estaba muy nervioso, esperando algo negativo. Pero para mi sorpresa, fue todo lo contrario. Mi padre quedó sorprendido y me felicitó por mis dibujos, reconociendo mi talento.

Aunque no puedo recordar exactamente lo que dijo en ese momento, sé que fue un momento crucial en mi historia. Esa aprobación de mi padre marcó una parte importante de mi trayectoria, ya que nunca abandoné mi pasión a lo largo del tiempo. Estoy convencido de que esa aprobación fue un impulso para seguir adelante, lo que es aprobado por nuestros padres tiene un impacto significativo en nuestras vidas, de eso estoy seguro. Hoy en día, agradezco profundamente comprender esta situación, ya que me ayuda a ser consciente de mis acciones. He entendido que una palabra puede cambiar el curso de la historia de cualquier persona. Es importante reconocer que no fue que mi hermano actuara mal en ese momento; en su mayoría, actuamos así debido a la ignorancia. También recuerdo haberle gastado bromas que pudieron afectar de manera similar su vida, ya que a veces nadie nos enseña a medir nuestras palabras y acciones, lo cual puede desviar el rumbo de nuestros propósitos y, en última instancia, afectar nuestro éxito. Para acotar respecto a la historia, no entiendo por qué a veces actuamos de manera hiriente y cero empática, menospreciando lo que hacen los demás solo porque es diferente a nosotros, y entiendo que por naturaleza todos actuamos así en algún momento de nuestras vidas, pero esa clase de acciones puede marcar un antes y un después, la cual es un detonante para nuestro futuro.

Científicamente se ha comprobado que lo que queda sembrado en el subconsciente tiene más relevancia, que lo que hacemos conscientemente, así que es probable que la mayoría de las acciones son estimuladas por la aprobación o desaprobación que estén sembradas en ella.

La Biblia menciona que debemos ser como niños para entrar en el reino de Dios, y puedo decir que también es importante recordar ser como éramos cuando niños para entrar en el mundo del éxito.
 
La principal herramienta que me ayudó a encontrar mi camino nuevamente fue Dios. Él me ayudó a liberarme de la influencia de las opiniones de los demás y me guió hacia mi propio rumbo. Gracias a su guía, pude superar mis temores y desarrollar confianza en aquellos aspectos que son tan valiosos para mí. La cual es fundamental para el éxito en mi vida.
Que Dios te ayude a recordar tu propósito y te deseo una vida llena de éxitos.
Motivando a construir una vida mejor.

Escrito por: Jesús Alberto Martínez Nuñez.
Corregido por: Alejandro Anzola Martínez.

ATRAS
LIBROS

OTROS ESCRITOS DE INTERES

Te ayudaran a mejorar tu manera de pensar.

Close Menu
×
×

Cart